Callos con tomate, zanahorias y cebolla



- Ajo
- 1 cebolla blanca
- Zanahorias
- Ramita de romero
- Callos
- Parte final del jamón serrano
- Pimienta cubeba al gusto
- Sal al gusto
- Trozo de jengibre
- Tomates datterino
- Puré de tomate
- Aceite de oliva virgen extra
- Vino blanco
- Grana Padano
Lavad bien los callos y cortadlos en tiras finas. Dejadlos reposar unos minutos.
Pelad la cebolla y las zanahorias y cortadlas en daditos pequeños. En una olla grande, preparad un sofrito con aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo entero, una ramita de romero y la mezcla de cebolla y zanahoria. Sofreíd a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que las verduras estén doradas y tiernas.
Añadid los callos al sofrito y doradlos a fuego fuerte durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando.
En este punto, añadid el “culito” de jamón serrano cortado en trocitos, una pizca de sal gruesa y un poco de pimienta recién molida. Mezclad bien para integrar los sabores.
Tras unos 10 minutos de cocción, desglasad con un poco de vino blanco y añadid un diente de ajo o una pizca de jengibre, según vuestros gustos.
Verted el puré de tomate, añadid también los tomatitos cortados por la mitad, tapad la olla con una tapa y bajad el fuego al mínimo.
Dejad cocer lentamente durante aproximadamente una hora, removiendo de vez en cuando. Servid los callos bien calientes, acompañados de una generosa cantidad de queso Grana Padano rallado. ¡Buen provecho!
Para las cantidades según el número de comensales y para cualquier duda, estamos siempre a vuestra disposición!