Linguine con colas de cigalas, pimientos y menta



- 360 g de linguine
- 12 cigalas muy frescas
- 2 pimientos rojos
- 1 diente de ajo (al gusto)
- Aceite de oliva virgen extra (al gusto)
- Menta fresca (al gusto)
- Pimienta negra (al gusto)
- Ralladura de limón ecológico (al gusto)
- Sal (al gusto)
Primero, lava y limpia los pimientos, luego córtalos en tiras finas. Calienta un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande y dora allí un diente de ajo entero. Cuando el aceite esté bien aromatizado, añade los pimientos y déjalos cocinar a fuego suave.
Mientras tanto, pon a hervir una olla con agua salada para la pasta.
Ahora ocupaos de las cigalas: separa con cuidado las colas (que reservarás para más tarde) y toma la parte superior — cabeza y caparazón — y presiónala ligeramente en la sartén con los pimientos para que suelten todos sus jugos y sabor.
Para dar aún más sabor, puedes poner estas cabezas también en el agua de cocción de la pasta, por ejemplo dentro de un colador metálico o una cesta para caldo, así no tendrás que buscarlas después.
Cuando el agua hierva, echa las linguine.
Mientras tanto, lava unas hojas de menta fresca y ralla la piel del limón (resérvala). Cuando los pimientos estén tiernos, retira el ajo y añade las colas de cigala a la sartén. Bastan solo unos pocos minutos de cocción.
Cuando la pasta esté al dente, escúrrela directamente en la sartén con la salsa. Saltéala bien para que se impregne de sabor, añade una buena pizca de pimienta, la menta troceada con las manos y por último un poco de ralladura de limón para dar un toque fresco y aromático.
Emplata enseguida: se habrá formado una salsita deliciosa, perfecta para disfrutar cada bocado. Para las cantidades según el número de comensales y cualquier duda, estamos siempre a tu disposición. ¡Buen provecho!